Tal vez la denominación outsourcing hotelero puede ser extraña para el lector neófito, pero realmente es la externalización de los servicios hoteleros a otra empresa, que se encarga de su explotación. Por medio de esta subcontratación de servicios ofrecemos un ahorro en costes, ganando la firma que realiza el outsourcing en competitividad mientras disminuye sus riesgos y puede centrar su atención en otros negocios prioritarios.
Probablemente, el sector económico que practica un outsourcing más conocido es el automovilístico. Para la fabricación de un nuevo modelo de coche, la carrocería se monta en la planta central, los componentes y la electrónica en China, el motor y la ingeniería eléctrica en Taiwán, el ensamblado de las piezas en España y la comercialización en Inglaterra. Lo que te preguntarás es… ¿cómo se practica el outsourcing hotelero?
Una subcontratación muy rentable
En primer lugar, hay que decidir si se va a realizar un outsourcing total de un hotel específico (es decir, el global de su gestión con el total de sus actividades, desde los restaurantes a las habitaciones, pasando por la piscina y el servicio de lavandería) o bien se van a externalizar solo algunas de las actividades del hotel.
Normalmente es esta segunda opción la más habitual, y en Grupo Elosa tenemos una amplia experiencia. Habitualmente, un hotel querrá hacerse cargo de la gestión del núcleo central de su labor, que son las habitaciones. Sin embargo, determinados servicios como la limpieza, la lavandería, la jardinería o la supervisión (es clave tener una entidad «neutral» que mantenga en orden el negocio) pueden ser externalizados para que nuestra empresa experta realice una labor más eficiente.
Los beneficios derivados que ofrecemos con ello son diversos: se convierten costes fijos en variables, se optimizan los recursos humanos (con el ahorro en cotizaciones sociales e impuestos) y se mejora la competitividad, al permitir que la empresa se dedique a su «core business».